Carta de una prometida a su futuro esposo:

Cuando te diga que SI, lo haré porque espero que al compartir mi vida contigo exista armonía.

Espero, y es sano hacerlo, que me respetes no solo en los primeros días de convivencia sino todo el tiempo, por que las buenas actitudes no deben expirar.

Cuando te diga que SI no estoy aceptando meterme o comprometerme a una red de abusos y maltratos.

Espero darte el amor y el respeto que se gana con amor y no con miedo.

Cuando te diga que Si, sabrás de antes que ya te amaba, más allá de si te lo mereces o no, es mi decisión quererte todo el tiempo. Si nuestro amor es genuino solo podríamos acércanos más; pero me alejaría poco a poco hasta salirme de tu vida si te olvidas de cuidarme, si te olvidas de lo nuestro. Podría cansarme si tú amor se convierte en odio o si buscares suprimir mi personalidad para hacer lo que tú quieres y solo lo que tu quieres. Debes entender que una relación es de dos, y que así como se espera y pide, también hay que ceder de vez en cuando. Que siempre hay que escucharnos y encontrar la lógica de los problemas, porque tenemos que trabajar juntos para que nuestra relación amorosa y finanzas crezcan y no decaigan.

Si nos falta paciencia y no somos capaces de tratar de entendernos, no somos un equipo.

Mientras permanezca el respeto, y siempre nos escuchemos el uno al otro, sin ofensas, sin maltratos, siempre que exista el amor, tú y yo somos un para siempre ♥️

Si puedes entender esto, ¿por qué no habría de querer estar contigo?

Por mi parte procuraré también ser así, y no creo que no podamos perdurar y ser feliz, cuando te diga que SI.