¡Que importante es entender el mundo del otro!

Una pequeña reflexión que dice mucho en pocas palabras...

A veces pensamos que hacemos un “bien” sin pensar si realmente es conveniente, o si es bueno o malo para la otra persona y actuamos arbitrariamente a nuestra propia conveniencia, egoísmo o punto de vista, sin respetar el libre albedrío ajeno y entender que no podemos ni debemos controlar a la otra persona, ni suponer que piensan como uno o que van a reaccionar de la misma manera que lo haríamos nosotros mismos. Somos, actuamos y pensamos de formas diferentes, aunque a veces podamos coincidir. Y eso esta bien, eso es normal. No todos respondemos a las cosas de la misma manera.

Recuerda esta frase que también aplica un poco:

"Si juzgas a un pez por su condición de volar, pensará toda la vida que es inútil"

- Albert Einstein

Así que no todo le conviene a todos. Y no todos están hechos para todo. Todos tenemos nuestro tiempo y nuestra manera de hacer las cosas.

Antes de pensar y actuar por la otra persona, piensa si eso le aporta valor a su vida, de todas las formas (psicológica, física, espiritual) si es de bendición para la vida de otra persona, entonces perfecto. Si vas a ayudar a alguien, tienes que pensar en esa persona principalmente. Claro, sin que eso signifique que vas a dejar de pensar en ti a modo de afectarte negativamente. No, cuidado, pero si dejar a un lado el egoísmo ciego. Que para amar y ayudar se tiene que dar incluso sin esperar recibir, pensando en el bienestar de la persona a la que ayudas. Y sin afectarte ni a ti ni a nadie.

Para entender el mundo del otro se debe tener empatía, “ponerse en los zapatos de la otra persona”. Y si no te cabe en la cabeza, porque es así o porque esa persona hace eso, porque sigues en desacuerdo, entonces tolera. (La tolerancia significa respeto pero desaprobación) y no hay regla mundial más digna que el respeto a otro ser humano. Por que el respeto es una forma de amar.

¡No lo olvides!